La Charca del Diablo, y III

Hola a todas y todos, terminamos la lectura de este libro con los últimos capítulos y el apéndice. Unas cincuenta páginas en mi edición. Pero antes de comentar brevemente sólo os recuerdo que la semana que viene comenzaremos la lectura de Los girasoles ciegos, el libro con el que terminaremos antes del descanso veraniego.

ESTA SEMANA

Las notas de la lectura de estos días van a ser breves. Por un lado el final de la historia es un poco bluf, como que se bajara el suflé, no sé lo que os parece a vosotras, a vosotros. En cualquier caso lo importante, tal vez, no se la simpleza o complejidad de la historia, sino más bien la hondura que es capaz de darle la autora a una historia tan sencilla. 

Por otro lado a mí me ha sorprendido la parte final, ese salir del libro, de la novela, para meternos en una especie de estudio de tradición y costumbres en el que observamos a los protagonistas del libro desde otro punto de vista: no como lectores metidos en la ficción, sino como folkloristas estudiando el rito. Para mí ha sido, como os decía, algo sorprendente y que me ha obligado a recolocarme como lector.

Es, además, una manera muy particular de cerrar el círculo: empezar a partir de una lámina que trata de mostrar una realidad (con una metáfora) y volver a la observación de la realidad con una detallada y minuciosa descripción del ritual matrimonial en la zona. No nos engañaba cuando en el primer capítulo nos hablaba la autora y nos contaba de su interés por la zona y las costumbres. De hecho ahora vemos que este libro también busca dar a conocer esas costumbres.

En fin, espero que esta particular lectura os haya resultado de interés.

Pasad una feliz semana,

saludos cordiales, 

Pep Bruno