Portada de La vida del Buscón

Historia de la vida del Buscón

Autor/es
Francisco de Quevedo
Fecha de inscripciones
20-03-2025 hasta 07-04-2025
Fecha de lectura
31-03-2025 hasta 04-05-2025

Hijo de un ladrón y de una bruja. Pablos, el Buscón, entra al servicio de un joven rico, vive en Alcalá, en la corte y acaba viajando a América. Aunque su argumento no deja de ser muy similar al de otras obras del género.

El Buscón no es una novela picaresca al uso. La maestría de su escritura, la vivacidad y sarcasmo en la descripción de personajes y situaciones, la inteligente crueldad de sus anécdotas, hacen de ella, una obra que rebasa los límites de su género, una novela picaresca que da una vuelta de tuerca al arquetipo. 

Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas, más conocido como Francisco de Quevedo, nació en Madrid el 17 de septiembre de 1580 y falleció en Ciudad Real el 8 de septiembre de 1645. Es uno de los poetas y prosistas más importantes de la lengua española y del Siglo de Oro; asimismo, también trató el ensayo político y filosófico (La cuna y la sepultura) y fue un asiduo traductor y crítico literario.

Quevedo fue conocido especialmente por su defensa del conceptismo como estilo literario y sus múltiples trifulcas políticas. De entre todas ellas, su enemistad con el célebre poeta barroco Luis de Góngora fue la más sonada.

Nacido en el seno de una familia aristócrata, Quevedo estuvo ligado a la corte y a las altas esferas del poder a lo largo de toda su vida. Se educó en el Colegio Imperial de los jesuitas, y posteriormente en las Universidades de Alcalá de Henares y Valladolid, centrándose en la teología y los idiomas. Su amistad con el duque de Osuna y más tarde con el Conde-Duque de Olivares fomentaron su prestigio, llegando a ser Caballero de la Orden de Santiago, si bien tuvo varias caídas en desgracia que lo empujaron al destierro en varias ocasiones.

Finalmente, debido a los casos de corrupción que rodeaban al Conde-Duque y las sospechas de este hacia el autor, fue encerrado en una pequeña celda del convento de San Marcos, del que salió con la salud muy afectada, retirándose definitivamente a la Torre de Juan Abad, desde donde se trasladó a Villanueva de los Infantes, donde murió.

Imagen
Retrato de Quevedo