Capítulos 7, 8, 9 y 10.

Libro que estamos comentando

En el primero de los cuatro capítulos que vamos a comentar esta semana, el capítulo 7, Bill Bryson inicia viaje desde Canberra a Adelaida, por la Sturt Highway, en la que, una y otra vez, descubre “la demostración perfecta en tres dimensiones de la rapidez con la que puedes encontrarte en medio de la nada en Australia”, cuando sale de la Riverina y, al contrario :”del mismo modo que te adentras en la desolación con asombrosa precipitación, también emerges de ella”, cuando avista “una tierra prometida de aspecto bíblico: arboledas de cítricos y viñedos, y terrenos cultivados en todos los tonos del verde”, o Barossa Valley, el valle de los granjeros alemanes que se dedicaron a la producción vitivinícola.

En este reinicio de viaje en coche, Bryson reflexiona largo y tendido sobre el cricket, un deporte que no “supone un trabajo duro, pero al que le echan horas”,  una actividad deportiva en la que “los espectadores queman tantas calorías como los jugadores”; y nos ilustra con la historia de la plaga de los conejos introducidos por el terrateniente Thomas Austin en 1859… Este problema de introducción y ambientación de especies y plantas, lo trata en más profundidad y extensión en capítulos posteriores.

Quizás la historia más hermosa del capítulo sea la relacionada con su amiga Caherine Veitch, una relación sustentada en cartas que hicieron que nuestro autor desarrollase una fijación casi obsesiva hacia Australia, fundamentada en los sucesos y anécdotas que su amiga le narraba. ¿Habéis mantenido relaciones epistolares tan intensas como ésta que nos describe Bryson? ¿Os gustan los libros (literarios o no) en los que se incluyen cartas? (Tengo dos preferidos, 84 Charing Cross Road y La sociedad literaria del pastel de piel de patata de Guernsey: un club de lectura muy especial, ¿habéis visto la película? Perdonad la digresión, vuelvo a nuestro libro).

Algunos enlaces:

Sturt Highway

Charles Sturt

John Oxley

Riverina

Cricket

Página oficial del cricket australiano, “el deporte para todos los australianos”

Cricket en Australia. The Historic Story (vídeo)

Hay

En torno a los conejos y a los canguros

Barossa Valley

Tanunda

Capítulo 8

Es el Día Nacional de Australia, y Bryson lo pasa en Adelaida: “la más ignorada de las principales ciudades australianas. Puedes pasarte semanas en Australia sin sospechar que existe, porque no sale en las noticias ni se la menciona en las conversaciones. Es a Australia lo que a Australia es al mundo: un lugar que se considera agradable pero que queda muy lejos y nunca se piensa en él”.

Además de la belleza de la ciudad (parques, playas, barrios residenciales con casas enterradas entre jazmines y rosas…), me ha llamado la atención el carácter de los habitantes de la ciudad y, por extensión, de los australianos: “sus habitantes se resignan ante el infortunio”. “Son un pueblo extraordinariamente autocrítico (…) una absoluta convicción de que, por bien que vayan las cosas en Australia, es probable que vayan mejor en otra parte”. Como indica Bryson, “a los australianos les falta perspectiva. Se han pasado cuatro décadas viendo con apacible desesperación  cómo un país tras otro (…) los superaban en la renta nacional per cápita. (…) No importa que la mayor parte de aquellos países los superaran por un pelo y que se debiera en gran parte a la relatividad del cambio de moneda”.

Tras leer este capítulo, me ha quedado la sensación de que Australia es un gran país capaz de hacer cosas realmente extraordinarias en entornos durísimos (¿quizás por eso conserven cierta incredulidad resignada? ¿Tal vez porque se han convencido de que los golpes de suerte son o que determinan su futuro, su devenir?), como lo es Adelaida, el Oval, la catedral de Sant Peter, sus barrios y sus parques… “es la ciudad más seca del estado más seco del continente más seco, pero nunca lo adivinarías al pasear por sus parques. Allí siempre estás en Sussex”. ¿ De nuevo, Bryson nos alerta sobre los peligros de la fauna en Australia, en esta ocasión armado con el libro “Ataques de cocodrilos en Australia”. No deja de ser paradójico esta voluntad suya de exponernos con tanta minuciosidad las mil y una maneras de morir en Australia… mientras nos explica que es un país fabuloso. ( No busquéis en Google “ataque cocodrilo Australia”. Avisados quedáis).

Algunos enlaces

Adelaida, guía en inglés y en vídeo. 6 minutos.

Adelaida

El Oval.

Spriggina, fósil.

Podcast Nómadas, grandes viajes en RNE. Adelaida, tierra de acogida. (unos 60’).

Edward Gibbon Wakefield

Portal sobre historia de Adelaida.

Surfer´s Paradise, Queen Island.

Capítulo 9

Vuelve Bryson a la carretera, para encontrarse con sus amigos en Melbourne. Lo que parecía ser una carretera con una atractiva vista junto al mar, se revela como algo aburrido y tedioso por la distancia de la marea. Así que se entretiene cantando el himno no oficial de Australia, y haciendo variaciones en la letra. 

Algo le saca de su aburrimiento, La langosta gigante, y un encuentro afortunado con un admirador de 2las cosas grandes”: “Si tienes dinero para gasolina y no mucha vida personal puedes ir a ver una Gran Gamba, un Gran Koala, una Gran Ostra, una Gran Segadora…” Y la langosta Larry.

Y así, tras una noche en Port Fairy, nuestro autor visita Mornington Peninsula, y el lugar donde el Primer Ministro Holt desapareció tras un chapuzón mal pensado (no sé… no sé… ¿la corriente le arrastró?, ¿hubo algo más?... Aunque se trata de una zona en la que solían embarrancar muchísimos barcos, algo que nos da una pista, claro…). Pero quizás lo más interesante de estas páginas es la “aclimatación”, “una de las ideas más necias y peligrosas que infectaron el pensamiento del hombre del siglo XIX”. Aquellos colonos tenían nostalgia de Europa, y decidieron llevar a Australia animales, plantas… pero también, quisieron volver al país más “exótico” e intentaron introducir monos, boas constrictor… un absoluto disparate. “Por todo el país hay cinco millones de asnos salvajes, un millón o más de caballos salvajes y búfalos de agua, vacas, cabras, ovejas, cerdos, zorros y perros en abundancia”. ¡Y los gatos!

Al igual que los animales, las plantas. “En Australia (según Low que es el historiador que Bryson cita en este capítulo para hablar de la aclimatación) viven más de dos mil setecientas malas hierbas foráneas”. Es muy curioso que las plantas y los animales de otros continentes encuentren en Australia un ambiente tan idóneo para crecer, multiplicarse y convertirse en plagas.

Algunos enlaces

Australia, documental en español. Vídeo. 50’ aproximadamente.

Waltzing Matilda, canción.

7 atracciones extrañas, entre ellas, la Gran Langosta Larry.  

Mornington Peninsula

Capítulo 10

Llegamos a Melbourne de la mano de Bryson y de sus recuerdos. El primero de ellos, cuando era un niño en Des Moines (Iowa) e iba las tardes de los viernes al cine con su madre. Una de esas películas fue Tres vidas errantes de Mitchum y Kerr. Y el segundo recuerdo es cuando treinta años después, Bryson llega a Melbourne, en 1992, para asistir a un Festival de Escritores. Se entusiasmó. Le encantó todo, “el acento australiano, el ritmo y la cadencia, la forma directa, sencilla y seca de ver la vida”. (¿Os ha ocurrido? La primera ciudad a la que se llega, o el primer municipio de un país o de una región de la que no sabemos nada, y nos quedamos hechizados. No importa que después descubramos otras maravillas, esa fue la primera y siempre tendrá un lugar privilegiado en nuestros recuerdos…).

Una de las cosas que distingue a Melbourne de Sidney (si quitamos que no tiene puerto, ni Opera House, ni Harbour Bridge…) es su amor por el fútbol con reglas australianas (parece ser que en Sidney son aficionados al rugby).

En Melbourne, sus amigos Howe y Carmel Egan, le acogen en su casa y con ellos se produce una conversación … entre simpática y desalentadora (si es que estamos pensando en viajar a ese lugar… humm). “Los australianos son muy injustos en este sentido. Se pasan la mitad de cualquier conversación insistiendo en que los peligros del país se han exagerado mucho y que no hay que preocuparse, y la otra mitad contándote que hace seis meses su tío Bob iba en coche a Mudgee cuando una serpiente tigre salió del salpicadero y le mordió en la ingle (…)”. Lo mismo hace Bill Bryson, ¿no os parece?

Comenzamos a visitar y a reconocer Melbourne junto a Bryson y Carmel Egan, y el Museo de la Inmigración, junto al río Yarra, es el detonante para que aprendamos algo más sobre historia australiana.

En sucesivos capítulos, continuaremos recorriendo la ciudad. 

Algunos enlaces

Podcast Nómadas. Melbourne, un paso por delante. (60’ aprox.)

Tres vidas errantes. Robert Mitchum y Deborah Kerr

Museo de la inmigración de Melbourne

Mi pregunta, cual boomerang, parte de la afirmación de Bryson: “Os lo digo sinceramente. Es un país maravilloso”. ¿Qué os parece? No olvidéis compartir vuestros hallazgos...

Vuestro turno. Nos leemos.

(Fotografía de Ashton 29 - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=41960454)