3ª parte. Hasta el capítulo 19.

Libro que estamos comentando
La vida en casa de los Barthelme después del accidente.
 
Lucette y Raymond intentan volver a la normalidad tras la muerte de Bertrand. Les resulta doloroso suplir su ausencia. Lucette "solo trataba de desembarazarse de la opresión que Berterand seguía ejerciendo sobre ambos".
Raymond esperaba la reacción de su madre ante la desaparición del dinero para la compra que había robado el día anterior y también por los días que no había ido a clase, pero ella prefiere callarse, no sabemos si por mantener la paz familiar o por debilidad ante su hijo. De cualquier forma, entre los dos escogen consentir la mentira y evitar enfrentamientos.
 
Los pasos de Gorski.
 
El jefe de policía Gorski se despierta con resaca después de la noche de fiesta, alcohol y mujeres con su compañero Lambert. Lo peor es que no acudió a la cita con su ex, Celine. Y sabe que tiene que buscar alguna solución al abandono de su mujer, aunque sea para mantener el contacto con su hija.
Gorski va a hablar con Lucette Barthelme para informar a a la viuda de las novedades de su investigación y recabar más datos de su marido difunto. Le cuenta que su marido no acudió el martes, el día de su accidente, a cenar con sus amigos. Ella no parece demasiado sorprendida, porque está convencida de que su marido no tenía una amante. Confiesa que su marido no estaba demasiado interesado en "esas cosas". No compartía dormitorio con ella.
Habla con Lucette de temas personales: si ella o su marido satisfacían sus necesidades sexuales fuera del marimonio. Gorski también se sincera con ella y le confiesa que está separado de su mujer.
El otro motivo para su visita es pedirle que eche un vistazo a sus extractos bancarios para corroborar si había movimientos extraños los martes en los que Bertrand acudía a sus citas secretas fuera de Saint-Louis. Gorski sigue las enseñanzas de su antecesor, un policía de la vieja escuela, que se fiaba tanto de sus intuiciones que utilizaba los avances científicos únicamente si servían para corroborar sus sospechas. El ya tiene la certeza de que el abogado tenía una amante en Mulhouse y que su hijo Raymond conocía muchos detalles de los escarceos de su padre.
Después de comer va a visitar a Celine a su tienda. Va a disculparse, pero está borracho y Celine se da cuenta, mostrándole, aburrida, su desprecio.
Aún le da tiempo a visitar a su madre, afectada por claros síntomas de demencia. Comen mientras ella se imagina la figura de su difunto marido.
 
En el Johnny's
 
Raymond acude a la cita con Delph al día siguiente de conocerla en un bar musical de Mulhouse, el Johnny's, un local dedicado a homenajear la figura de Johnny Cash. Se muestra atrevido e inexperto. No renuncia a beber como lo hacen los demás jóvenes y acaba borracho del todo.
Raymond lee a Sartre, "La edad de la razón", y se imbuye de ese aire místico y elevado que impactó a la juventud de la posguerra. "Se trata de una exploración profunda del existencialismo en la que plantea una visión radical de la condición humana y su sentido absurdo y alienante. Esta obra tiene como eje una visión crítica de la libertad como inherente a la persona humana, carga y responsabilidad al mismo tiempo." https://iusuniversidad.edu.mx/2023/11/16/la-edad-de-la-razon/
A los amigos de Delph les hace un poco de gracia esa pose de intelectual que luce Raymond, con su pelo largo y sus rasgos femeninos, casi de otra época. "Pero, a ver, todo el rollo ese de la búsqueda de la libertad y demás está un pelín trasnochado, ¿verdad?".
Raymond y Delph se alejan a la parte de atrás del local y allí se besan y tienen un escarceo amoroso frustrado por la inexperiencia y el alto nivel de alcohol del joven.
 
Con Yvette y Stéphane.
 
Hasta ese momento su pareja de amigos era la única vía de amistad y camaradería con personas de su edad. Todavía estaba basada en paseos al instituto y en cafés por las tardes, al terminar las clases. Pero sus escapadas a Mulhouse para investigar la vida secreta de su padre y el descubrimiento de una chica con la personalidad tan arrebatadora como Delph, hace que la compañía de sus amigos le parezca cosa de niños. Raymond se vuelve un impertinente y un soberbio, por lo que empeora su relación con los dos, especialmente con Yvette.

¿Qué tiene que ver el relato de la evolución hacia la madurez de Raymond con una novela policial? En realidad, nada. Es interesante por su descripción de las inquietudes de un joven de provincias que sale del cascarón de su familia, pero desespera a quienes esperasen más interés en investigar y descubrir los secretos de Bertrand Barthelme.
 
Los funerales de Bertrand.
 
Además del entierro y de su correspondiente servicio religioso, Lucette celebra en su casa una reunión de amigos y conocidos de la familia para honrar al difunto, pero el acto se convierte más bien en una fiesta. Nadie parece echar de menos al difunto ni tiene un recuerdo cariñoso hacia él, incluso se le recuerda principalmente por su prepotencia y su mal genio. Los asistentes convierten el acto en una celebración: Raymond busca a una camarera esquiva, Gorski busca quedarse a solas con la viuda y el suegro de Gorski, el alcalde de Saint-Louis, tiene una reunión críptica con el policía. Le advierte que las fuerzas vivas de la ciudad piensan que Gorski está removiendo el fango más de lo debido. ¿Qué quiere decir esto? ¿Hay algo en el accidente que los amigos del abogado quieran ocultar? 
 
Recuerdos familiares.
 
¿Importa para la resolución del caso, o tiene algo que ver en el mismo, conocer los detalles del primer matrimonio del abogado y el suicidio de su mujer? ¿Y la relación peculiar y distante de Raymond con su padre? En el segundo caso, ni siquiera justifica el súbito interés del joven por indagar en una dirección de Mulhouse escrita en un trozo de papel encontrado en el despacho de su padre.