Claus y Lucas, y 5
Hola a todas y todos, terminamos en estos días la lectura de esta trilogía que nos ha tenido con el corazón en un puño desde las primeras páginas. Pero antes, y como es habitual, os recuerdo que la próxima semana comenzaremos la lectura de un clásico bien entretenido: El asno de oro, de Apuleyo. Yo no me lo perdería.
Pero ahora, vamos al lío.
ESTA SEMANA
En estos días terminamos el libro y con cada página se van desanudando nudos y se van resolviendo claves. Es más, en las últimas páginas es posible que estemos leyendo la verdadera historia que han vivido los personajes de este libro. Conocemos a Antonia y a Sarah y también conoceremos a Klaus. Sabremos qué sucedió y cómo fue todo, entenderemos los motivos y los anhelos. Y también seremos espectadores del final de la historia.
No quiero contar mucho (de nuevo) por no destripar lo que está por venir, pero sí hay algo que me ha resultado muy llamativo: la presencia de personajes insomnes mirando por la ventana a las estrellas o a la calle, continuamente, desde el segundo libro, este tipo de personajes (y protagonistas) han ocupado un lugar relevante en el libro: mirar a las estrellas, tal vez anhelar algo, asprirar a algo; mirar a la calle, tal vez ver la vida pasar sin esperar nada de ella.
Por otro lado otro asunto muy importante en el libro (y que se muestra con todo su poder en esta última parte) es la necesidad de la ficción para sobrellevar la vida. Hay momentos en los que no sabíamos si existía el otro hermano o no, si las cosas habían sido de una manera o no, en suma, qué era verdad y qué no lo era. Y ahora tal vez sea irrelevante saber la verdad, porque la verdad es lo que nos han contado, la manera como estos personajes han sobrevivido a la realidad.
Por otro lado es magnífico que el último libro sea un libro escrito por dos voces narradoras que se complementan y que dan completo sentido a la historia. Es estupendo.
Qué importante la figura de Antonia, qué desequilibrio. Qué situación con la madre, enloquecida y esperando siempre la vuelta de su hijo. Qué historia la de Sarah y su medio hermano. Qué magnífico broche para cerrar la trilogía y seguir contando la historia ya contada y recontada. Qué maravilla.
Me ha gustado mucho el libro y sé que algunas y algunos de vosotros no habéis podido resistiros a seguir leyendo y a avanzar la lectura hasta el final para desvelar el misterio tras las palabras. ¿Qué os ha parecido a vosotras, a vosotros?
Os recuerdo que en unos días se abrirá el plazo para la nueva lectura, ojalá nos encontremos por allí.
Pasad una buena semana de lectura.
Saludos cordiales,
Pep Bruno