Claus y Lucas, 4

Hola a todas y todos, continuamos con la lectura en esta penúltima semana, penúltima ya de lectura del libro, y lo hacemos con unas 80 páginas, desde la 282 a la 362 en mi edición. La cosa está que arde y empiezan a desvelarse algunos asuntos que nos dan otra mirada con respecto a lo leído.

ESTA SEMANA

Esta semana terminamos el segundo libro, "La prueba", y leemos los primeros capítulos del tercer libro, "La tercera mentira". Tal vez el título del libro último sea una pista de algo que anda merodeando en nuestras cabezas como lectores y que en las páginas de esta semana se vislumbra con más claridad: ¿esta historia que estamos leyendo es exactamente lo que sucedió o es, más bien, lo que imaginó alguien que le sucedía?

Es muy complicado hacer comentarios a lo que vais a leer y no destripar la sorpresa o los giros que están llegando (esto me va a obligar a ser breve), pero sí hay algunas pistas que se han ido mostrando a lo largo de la lectura y que tal vez nos dejaban atisbar que ese engranaje narrativo era demasiado perfecto y tenía algunos claroscuros. En los comentarios de la pasada semana hay dos personas que citan de pasada algo sobre esto: ¿cómo es posible que se vaya el hermano al que ha estado tan apegado, con el que hacía la vida, y nadie le pregunte por él? (Olga), pero ¿exactamente qué ha pasado con Yasmine? (Julia).

Nos hemos ido metiendo en la historia y de pronto a nadie (al menos a nadie de este club de lectura) le parece raro que un niño duerma con dos esqueletos humanos junto a su cama, no nos hemos parado a pensar sobre ello porque, sencillamente, nos parecía posible que así sucediera, porque los personajes y las historias de la trama nos permitían creer que era bien posible que eso fuera así. Sin embargo, con este nuevo giro que nos da la lectura de esta semana, algo ha cambiado y empezamos a ver la historia leída (y vivida como real) como, tal vez, una suma de metáforas, de anhelos, de pesadillas, en la que nada es lo que parece y, al mismo tiempo, todo es lo que parece.

Y no puedo contar más, de verdad, que si no hago un destripe antológico.

Os leo en los comentarios,

pasad una buena semana de lectura, 

Pep Bruno