Claus y Lucas, 3

Libro que estamos comentando

Hola a todas y todos, continuamos con la lectura de la deslumbrante trilogía de Agota Kristof. Para esta semana vamos a leer los cinco primeros capítulos del segundo libro, "La prueba", es decir, desde la página 175 a la 281 en mi edición, algo más de 100 páginas.

Vamos al lío.

 

ESTA SEMANA

El final del primer libro separaba a los dos hermanos. No sé para vosotras, para vosotros, pero para mí fue un final completamente inesperado y desconcertante. No sé aún cuál fue el motivo de esa separación, incluso aunque se dice explícitamente en algún momento de la lectura de estos días: "teníamos que aprender a vivir el uno sin el otro. Solos." (p. 223), sigo sin entender por qué, ¿de verdad tenían que aprender a vivir el uno sin el otro? Quizas, viendo cómo era la manera de hacer de los hermanos en el primer libro (hoy la prueba del silencio, o la prueba del ayuno...) tiene sentido que la prueba última, la más dura, sea la de la separación y la de ver si son capaces de vivir, de sobrevivir, solos. 

En cualquier caso uno sospecha que el título de este segundo libro parte precisamente de ahí, de esa prueba, la más difícil, la de la separación, la de la soledad.

Por un lado los personajes que protagonizan estos primeros cinco capítulos son personajes separados, personajes en soledad: Clara, Yasmine, Mathias, el librero, el insomne, Peter... y, por supuesto, el propio Lucas. Todos ellos viven solos aun cuando están acompañados: Yasmine está sola (su historia es brutal) incluso teniendo un hijo, incluso viviendo con Lucas; Clara está sola (y enferma de Thomas, como dice Lucas); el librero está solo; el insomne está solo; Peter está solo... Incluso cuando se juntan no hacen más que reunir soledades, evidenciar soledades.

Esta soledad cambia incluso la manera como se cuentan las cosas: hemos dejado atrás los capítulos breves, rápidos, llenos de acciones... y entramos en capítulos largos, más demorados, en los que sin meternos en lo que piensan o sienten los personajes (sí, los personajes siguen perfilándose por sus acciones más que por sus pensamientos), logran estirar el tiempo, porque el tiempo en soledad se hace más largo.

Por otro lado la historia de cada personaje es un nuevo remache en el mismo punto: el de la separación y la soledad. Qué desbarajuste la guerra, qué brecha tremenda en la vida, en las vidas.

Antes de terminar el post para estos días también me gustaría señalaros la presencia cada vez más abrumadora de los libros. Frente a esa soledad, el libro. Una de las protagonistas es bibliotecaria (y se juega la vida con los libros, por cierto), otro de los protagonistas es librero, Lucas escribe, Mathias escribe, Peter lee... el libro, tal vez, como tabla de salvamento, como boya para no ahogarse.

Ya diréis qué os parece.

Disfrutad de la lectura de estos días.

Os leo en los comentarios,

saludos cordiales, 

Pep Bruno