Odisea, cantos XIII-XV
Una semana más llegan las recomendaciones de lectura. En esta ocasión leeremos los cantos XIII, XIV y XV, que son los primeros cantos de la tercera parte (recordad que os conté en la primera nota de lectura de este libro que la Odisea tenía tres partes: la Telemaquia, las aventuras de Ulises y la llegada a Ítaca).
En el canto XIII Ulises termina de contar a los feacios sus aventuras y desventuras, el largo viaje que durante casi diez años lo ha llevado desde Troya hasta ese lugar, hasta ese momento. Y una vez terminado el relato emprende por fin, y ayudado por los feacios, el viaje de vuelta, el último tramo de su largo periplo hasta pisar la tierra de Ítaca.
De este canto lo que más me llama la atención es que Ulises llega dormido y, cuando despierta, está en Ítaca, los feacios lo han bajado del barco junto con sus regalos y lo han dejado plácidamente dormido al pie de un olivo; más tarde él despierta y no sabe exactamente dónde está. Este pasaje invita a una lectura simbólica llena de detalles interesantes, desde elementos más sencillos como por ejemplo el olivo (es el árbol de Atenea, diosa que no deja de ocuparse y preocuparse por nuestro héroe) a cuestiones más complejas como el final del viaje como un despertar tras una larga pesadilla (o un largo sueño). Me gustaría saber vuestra opinión sobre esta cuestión (o sobre cualquier cuestión que consideréis, claro está).
Por cierto, ¿creéis que es necesario que Ulises sea transformado para no ser reconocido?, ¿por qué?
El canto XIV lo vamos a pasar charlando con Eumeo, el porquero, el fiel cuidador de los cerdos de la casa de Ulises. Sabremos cómo están las cosas en las casas de Ulises, cómo han sido esos años de ausencia del rey de Ítaca y en Eumeo veremos que hay quienes han permanecido fieles a Odiseo cuidando de su hacienda mientras esperan a que vuelva (¡aunque hace ya veinte años que se marchó!).
Para que os hagáis una idea del despropópisto que supone tener a los pretendientes comiendo y abusando en la casa de Ulises os voy a dar un dato: "no menos de ciento doce príncipes jóvenes e insolentes de las islas que formaban el reino cortejaban a Penélope", esto afirma Robert Graves (no he podido confirmar el dato en ningún otro lugar, pero vamos, si fueran la mitad o un cuarto serían muchos igualmente).
Finalmente el canto XV podría ser considerado como la última parte de la Telemaquia, la vuelta de Telémaco a Ítaca apremiado por la diosa ojizarca. Hay un detalle divertido con eso de salir pitando antes de que Néstor lo vea y se enrolle hablando con él, agasajándole, etc.
Con respecto a estos tres cantos: ¿Notáis que ha cambiado algo la narración de cantos anteriores a estos cantos de ahora?, no sólo cómo está contado (que también) sino el ritmo de lo que se cuenta. Es más, ¿no os parecen tres cantos como de transición y muy distintos a los anteriores?
Una semana más espero vuestros comentarios.
Feliz semana de lecturas
Pep Bruno
PD: Retos.
Néstor es un venerable anciano, formó parte de la tripulación del Argos, luchó en Troya (donde murió uno de sus hijos) y luego, años después, aparece también en la Odisea. ¿Sabéis por qué vivió tantos años?
Por cierto, ¿es en verdad Ulises laertiada?, es decir, ¿tenemos claro quién es el padre de Ulises? (porque de la madre no hay duda).