1ª parte. Hasta el capítulo V.
Libro que estamos comentando:
La gula
Manga, anime, videojuego, sushi, cosplay u origami son términos que yo mismo he escuchado durante uno de estos últimos fines de semana y que confirman lo profundo que la cultura japonesa ha calado en nuestro día a día.
En "La gula" se plasma la vida de unas personas, principalmente mujeres, que son parte de una población como la japonesa que ha sido capaz de crear objetos y conceptos tan originales como los citados a cuenta de crear una sociedad hiperestratificada y discriminadora hacia las mujeres.
Rita Machida representa un tipo de mujer muy característico del Japón supermodernizado del siglo XXI. A sus treinta y tres años su forma de vida ha roto con las costumbres tradicionales como una forma de adaptarse a los ritmos que le impone la empresa periodística para la que trabaja.
Sin ser guapa, mantiene una elegancia y un estilo atractivo, condicionado por una imagen pública que debe sostener. Desde el principio de la novela, se percibe que, aunque la situación laboral en su empresa parece igualitaria, en realidad existe una discriminación que la subordina al papel de los hombres. De sus compañeros se espera que trabajen muchas horas y que lo hagan en la misma empresa de por vida: Ryosuke, el marido de su amiga Reiko, llega tardísimo a casa el día en el que ella los va a visitar; su compañero Kitamura, aunque es más joven que ella, disfruta plenamente de sus días libres. A ella, sin embargo, se le pide en un momento preciso que atienda a sus compañeros de trabajo en una reunión, en sus días libres se le suele pedir que haga alguna tarea relacionada con su trabajo en la revista semanal para hombres en la que es la única redactora con contrato fijo.
Es evidente que a Rita todo le cuesta más en su actividad laboral. Por eso no tiene demasiadas expectativas de ascenso a corto plazo; ni siquiera firma los artículos que le publican, a pesar de que ya lleva trabajando más de diez años.
A esa presión, su amiga Reiko ha reaccionado a las estrictas expectativas sociales dejando el trabajo y marchándose a vivir a una urbanización alejada del centro, con todos los signos de modernidad, seguridad, tranquilidad y aislamiento que son habituales en todas las periferias acomodadas de las grandes ciudades occidentales. Reiko dejó su trabajo en una empresa de comunicación para dedicarse a las mismas tareas a las que se dedican las otras amas de casa de su urbanización: cuidar de la casa y de su marido hasta que ambos den muestras del tiempo y del esfuerzo empleado en esa dedicación. Solo la falta de hijos enturbia el futuro de un matrimonio que aspiraba a ser perfecto.
El enigmático personaje de Manako Kaiji, al que Rita se empeña en entrevistar, trastoca la noción del papel de la mujer en el Japón moderno y reivindica muchos de los atributos idealizados de las mujeres en el Japón tradicional.
Y todo esto, envuelto en grandes dosis de mantequilla. "Butter, a novel of food and murder" es el título original de esta novela en inglés.