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Tercera parte

Libro que estamos comentando: 
La bruma verde

“Nací en lugar olvidado, sin nombre. Luego crecí en selva, con poco, pero yo orgullosa de los orígenes. Padre, un día, en gran río, dijo que en mí dentro, como aguas bravas, vivía algo grande que proteger: la bruma verde”.

Queridas viajeras, queridos viajeros, continuamos con el gran viaje lector de la novela de Gonzalo Giner.

Y, bien, ¿por dónde empezar?

Los acontecimientos se precipitan y algunos de los protagonistas se ven obligados a viajar: Bineka, para salvar su vida, vuela con Colin hacia el Centro de Rehabilitación de Primates de Lwiro… y, allí, con Furaha pero sin el inglés, comienza a colaborar con el veterinario Luis Cereceda y con la directora del santuario para primates Carmen Izcara.

(Fotografía del Instituto Jane Goodall).

De hecho, su colaboración la lleva a convivir varios días con un clan de primates para estudiar su comportamiento. Pienso que todo lo que nos va revelando el autor sobre sus reacciones, conductas, etc., es apasionante y nos hermana con ellos… Me impresionó mucho esto: “Los humanos hemos heredado muchas cosas de nuestros hermanos primates, y la violencia es una de ellas”. Sin embargo, Bineka, a la que ya le hemos descubierto su hermoso interior, se siente culpable cuando King, el jefe, muere a manos del clan, precipitada su muerte por el encontronazo que tiene con Bineka (y qué inteligencia la suya al vincular el sonido de la alarma con el dispositivo que la joven pulsa para pedir ayuda ¡!).

Os enlazo este programa de Imprescindibles, de La 2: La extraordinaria historia de Jordi Sabater Pi, uno de los padres de la Primatología.

Pero Bineka, que echa terriblemente de menos a Colin, no está a salvo. Lejos de allí, el hombre que masacró su aldea, la busca, es un testigo de las brutalidades que la empresa Lands & Oil perpetra en África. Así que, avisados nada más y nada menos que por la Agencia y el Departamento del Tesoro, su amigo Luis Cereceda y Carmen la ayudan a escapar y a que se reencuentre con Colin… para irse con él a Inglaterra, en su avioneta. Al principio, sin Furaha, pero la pequeña chimpancé tiene otras ideas y la coyuntura se lo pone fácil… Y para Kent que se van los tres, dejando atrás a Luis Cereceda…

Entremedias, claro, han ocurrido muchísimas cosas. Y es que Lola que tal vez se esté enamorando de Colin ( y él de ella ), ha tenido que volar de vuelta a España, a Galicia, con el cadáver de su amiga y sabiendo que su muerte ha sido terrorífica. En un primer momento se sintió muy sola, pero Colin voló hasta Kinsasa para estar cerca de ella y mostrarle su apoyo (menos mal que su amigo Luis Cereceda se lo sugirió, qué practicidad el carácter británico…). Esa conversación hasta altas horas de la noche ha tejido entre los dos algo más que una amistad… (¿o no? ¿o será más fuerte el sentimiento hacia Bineka?).

Siguen con sus vidas, pero “los malos” no les dejarán en paz, no. Queman la sede de Greenworld en Lokutu; Bernard, un esbirro de Lands & Oil viaja hasta España para recuperar la información de Beatriz que guarda Lola y le hace pasar un mal rato… (a ella y a la cooperante de Greenworld que pretendía poner las carpetas y el ordenador de Beatriz Arriondas en las manos de Colin); Vestraeten, el dueño de Lands & Oil, el padrastro de Maxim, en sus artimañas para seguir con sus sucios negocios ordena asesinar a Mei Ling, quien, obligada a colaborar con el Departamento del Tesoro de EEUU, ha facilitado que los americanos interviniesen su teléfono… Este hombre es la maldad personificada, al igual que Maxim y Bernard, pero… ¿qué os parece la circunstancia vital de cada uno de ellos? ¿Por qué hacen lo que hacen? ¿Por pura ansia de poder, ambición, maldad…? ¿O por amor, un amor destructivo en algunos casos, un amor tóxico o un amor, paradójicamente, desinteresado pero por el que están dispuestos a cometer las mayores barrabasadas? Pensad en Bernard...

En el momento en que se termina esta tercera parte Maxim ha matado a Luis Cereceda, y éste le ha revelado dónde ha llevado Colin a Bineka (qué mala suerte que detectaran a Bineka por el suceso del mercado, cuando ella, Luis y Carmen pusieron a salvo a las crías de chimpancé. Y qué ternura, y qué impotencia, ¿verdad? Os enlazo este artículo sobre lo que supuso la crisis del coronavirus en el incremento de la caza furtiva en África ); Lola está empezando a poner en marcha su empresa de telefonía móvil sostenible (y acordándose terriblemente de Colin), y Colin, Bineka y Furaha vuelan hacia Kent, pasando por mundos diferentes para gente diferente…

“después del amarillo, de las secas arenas del desierto que había visto el día anterior, y del azulado mediterráneo que acababan de sobrevolar, ahora tocaba otro color; quizá el más insólito de todos: el de la flor de la lavanda”.

(Campos de lavanda en Brihuega, España. ¿Habéis estado?)

¡Qué ocurrirá cuando lleguen a Inglaterra? ¿Cómo se adaptará Bineka? ¿Compartirá Colin sus sentimientos? ¿Conseguirán huir de sus perseguidores? ¿Volverán a encontrarse Lola y Colin?

De esta parte, ¿qué os gustaría resaltar? ¿Habéis tomado notas, subrayado alguna cita?

Vuestro turno. ¿Nos leemos?

(Foto del chimpancé que encabeza esta entrada, tomada de aquí).