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El curioso incidente del perro a medianoche: Capítulos 197 a 233

Libro que estamos comentando: 
El curioso incidente del perro a medianoche

Bienvenidas, bievenidos a  la ultima semana de lectura compartida  de El curioso incidente del perro a medianoche

Esta última semana leeremos los siete últimos capítulos. del 197 hasta el 233

Capítulo 197: En el tren, Christopher se queda quieto intentando olvidar que está en un vagón con mucha gente. El policía lo llama por su nombre y le pide que lo acompañe a encontrarse con su padre. Christopher no quiere ir y grita cuando el policía intenta tocarlo. El tren arranca y el policía se molesta porque no sacó a Christopher del tren a tiempo. Se sientan y después de un rato Christopher va al baño; el policía le dice que lo está vigilando y que no debería intentar escapar.  Christopher se esconde. Cuando el tren se detiene en la siguiente estación, el policía busca frenéticamente a Christopher, pero no puede encontrarlo: se baja del tren y deja a Christopher atrás.

Capítulo 199: Christopher explica por qué no es tan sorprendente que haya humanos en el mundo y que si piensas lógicamente puedes descubrir por qué ha sucedido. Utiliza esto para evidenciar para evidenciar la existencia de Dios.

Capítulo 211: El tren se detiene. Christopher se baja del tren y encuentra el camino hasta la entrada del metro de Londres. Observa un rato a la gente desde el fotomatón de la estación para aprender a comprar un billete e introducirlo en la máquina. En el metro, Christopher gime cuando el tren entra chirriando, sin saber qué estaba causando el ruido; no puede hacer nada porque el sonido le molesta mucho.

Capítulo 223: Christopher describe el anuncio en la pared de la estación de tren, porque Siobhan había dicho que debería incluir descripciones en su historia. Christopher dice que no es necesario ver cosas nuevas viajando, sólo hay que mirar la Tierra con un microscopio

Capítulo 227: Aún asustado en la estación, Christopher se da cuenta de que Toby no está. Lo busca y lo ve en las vías, entonces salta de la plataforma y sigue a Toby. Un hombre en el andén le dice que se baje, pero Christopher sigue intentando alcanzar a Toby y, mientras lo hace, escucha el sonido del tren. El hombre le ayuda a subir a la plataforma justo a tiempo.

Christopher sube al siguiente tren y se baja en Willesden Junction. Compra una guía de mapas para poder encontrar Chapter Road, y cuando llega a 451c Chapter Road su madre no está, así que espera. Christopher tiene frío y está mojado, y su madre le prepara un baño.  Él le dice que su padre dijo que ella estaba muerta y que nunca recibió ninguna de sus cartas.

Llega un policía y le hace preguntas a Christopher: ¿se había escapado y esta era su madre? Él responde que sí, y cuando les dice que quiere vivir con su madre, se van. Christopher se va a dormir, pero se despierta a las 2:31 a.m. y escucha a su padre, a su madre y a Roger gritar. Después, el padre de Christopher entra en su habitación y le dice que lo siente. Un policía saca al padre de Christopher del apartamento y Christopher vuelve a dormir.

Capítulo 229: Christopher describe un sueño recurrente, en el que un virus ha acabado con la mayor parte del planeta y los únicos supervivientes son aquellos que prefieren mantenerse alejados de otras personas, como él. Este es un sueño feliz. Sin todas las demás personas, Christopher puede hacer lo que quiera y explorar el mundo sin preocuparse de que otras personas intenten hablar con él o tocarlo.

Capítulo 233: Al día siguiente, Christopher recuerda que tiene que regresar a Swindon para realizar su nivel A de Matemáticas, pero no quiere ver a su padre. Su madre también perdió su trabajo. Una noche, el señor Shears entra en la habitación de Christopher y le dice: "Crees que eres tan jodidamente inteligente, ¿no?". ¿Nunca piensas en otras personas?

A la mañana siguiente, Christopher y su madre se dirigen a Swindon. Cuando llegan a la casa, los padres de Christopher discuten. La madre de Christopher consigue un trabajo y los dos se mudan a una habitación en una casa grande.

Christopher todavía no quiere hablar con su padre a pesar de que tiene que quedarse en su casa desde las 3:49 hasta que su madre lo recoge después del trabajo a las 5:30. El padre de Christopher propone que hagan un proyecto juntos, para poder demostrarle a Christopher que se puede confiar en él. Christopher comienza a pasar más tiempo en casa de su padre y comienza a planificar cosas para el futuro: continuar con el nivel A de matemáticas el próximo año, luego el nivel A de física el año siguiente, luego obtener una licenciatura y convertirse en científico. Sabe que puede hacerlo porque resolvió el misterio, porque fue solo a Londres y porque escribió un libro.

Para finalizar la lectura compartida de Mayo, aclaro cinco  interrogantes:

¿Christopher Boone tiene autismo?

Ningún personaje de la novela nunca declara explícitamente la condición exacta de Christopher, pero comparte muchos rasgos asociados con el trastorno del espectro autista. Christopher dice que va a una “escuela especial” y que tiene “problemas de conducta”. Sus problemas de conducta reportados incluyen gemidos, negarse a hablar durante días seguidos y aversión al contacto físico, todos los cuales están asociados con el autismo y el síndrome de Asperger. Christopher dice: "No entendía que otras personas tuvieran mente", lo que significa que le cuesta imaginar los estados mentales y las emociones de los demás, que es uno de los rasgos clave de una persona que vive con TEA. Sin embargo, debido a que nunca se le diagnostica oficialmente en la novela, el trastorno de desarrollo específico de Christopher se vuelve menos importante que su interpretación única del mundo que lo rodea.

¿Por qué a Christopher le gustan los perros?

A Christopher le gustan los perros porque son inteligentes, dignos de confianza y es más fácil interactuar con ellos que con las personas. Cuando Christopher encuentra el cadáver de Wellington, escribe: “Siempre se sabe lo que está pensando un perro. Tiene cuatro estados de ánimo. Feliz, triste, enfadado y concentrado. Además, los perros son fieles y no mienten porque no pueden hablar”. Estas cualidades son importantes para Christopher porque le cuesta leer las señales sociales y valora la honestidad, principalmente porque cree que las mentiras son ilógicas. Al final de la novela, el padre de Christopher le regala un perro y este gesto ayuda a reparar su relación rota, ya que Christopher confía en los perros y, por lo tanto, puede volver a confiar en su padre.

¿Por qué los capítulos son números primos?

Christopher asigna números primos a sus capítulos porque aprecia la forma en que los números primos son simples y complicados a la vez. Los números primos tienen una definición simple, pero no existe una fórmula para determinar si un número es primo. Christopher cree que los números primos son como la vida en el sentido de que "son muy lógicos pero nunca podrías descifrar las reglas, incluso si pasaras todo tu tiempo pensando en ellos". Christopher usa números primos simplemente porque le gustan.

¿Por qué a Christopher le gusta tanto Sherlock Holmes?

Christopher cree que si fuera un verdadero detective, sería como Sherlock Holmes. Christopher copia el estilo investigador de Sherlock Holmes mientras intenta resolver el misterio del asesinato de Wellington. Siente afinidad por Sherlock Holmes porque ambos son inteligentes, observadores y obsesivos con sus intereses. Christopher escribe: “[Holmes] es muy inteligente, resuelve el misterio y dice: 'El mundo está lleno de cosas obvias que nadie, por casualidad, observa'. Pero él los nota, como yo”. La ironía de esta comparación es que Sherlock Holmes también lucha por empatizar y conectarse emocionalmente con los demás, algo que Christopher no nota. Al igual que Christopher, Sherlock Holmes interactúa con el mundo de una manera poco convencional, por lo que Christopher se siente validado por este personaje ficticio.

¿Cómo ayuda Siobhan a Christopher?

Como maestra principal de Christopher, Siobhan ayuda a Christopher en su crecimiento emocional, social y académico, e incluso lo guía en la escritura de sus libros. Debido a que Christopher lucha por inferir significados que no son obvios, Siobhan demuestra cómo las expresiones faciales pueden indicar diferentes emociones y le da a Christopher instrucciones específicas y detalladas sobre su comportamiento y sus efectos en los demás. En palabras de Christopher: “Cuando ella me dice que no haga algo, me dice exactamente qué es lo que no tengo permitido hacer. Y esto me gusta”. A lo largo de la novela, Christopher a menudo hace referencia a los consejos e instrucciones de Siobhan cuando afronta situaciones difíciles. Siobhan es una de las pocas figuras adultas en las que Christopher confía plenamente.

Feliz Semana de lecturas

Alejandro López

P.D. Nos vemos el próximo lunes con una nueva lectura compartida, se trata de Un lobo dentro de Pedro Mañas. Para más información: https://clubesdelectura.castillalamancha.es/nuestras-lecturas/un-lobo-dentro