2 CAVAFIS ANTOLOGÍA
2 CAVAFIS ANTOLOGÍA
Buenos días, personas ATRAPAVERSOS:
Continuamos la lectura de los versos helénicos del insigne CAVAFIS —parece ser que los griegos a sí mismos se llamaban helenos, y que griegos era como les nombraban los extranjeros—.
En nuestro caso, estamos leyendo versos de un heleno-heleno de Alejandría (Egipto).
Esta semana la lectura abarca el apartado ANTIGÜEDAD que incluye las subáreas de: El mundo helenístico y El mundo greco-romano. Y que va de la página 103, con el poema “La gloria de los Ptolomeos”, hasta la página 155 con el poema “Los pasos”.
Son poco más de treinta poemas, todos muy interesantes. Mis comentarios van a centrarse en sus temas argumentales.
Creo que Cavafis muestra mucho interés en reflejar el amor y respeto hacia la cultura helenística por parte de los pueblos filohelenos que vivieron bajo su influjo. Entre otros, lo plasman los siguientes poemas:
- “La gloria de los Ptolomeos” (p. 103) Una alabanza de Alejandría.
- “Filoheleno” (p. 104) Se muestra el orgullo de estar helenizado en el Kurdistán a través del encargo de una moneda.
- “Griega desde la Antigüedad” (p. 107) De lo que presume la gran ciudad de Antioquía, sobre todo, de su origen griego.
- “Epitafio de Antíoco, rey de Comagena” (p. 114) En el epitafio al rey asiático lo que más se destaca es que fue griego “no cabe atributo más honroso”, por encima de ello, solo los dioses.
- “El disgusto del Seléucida” (p. 122) Refleja la posición humillante a la que llegaba un rey Ptolomeo (Egipto) para pedir protección, cargos; frente a lo indigno que le parece al rey de Siria (seleúcida).
- “Embajadores de Alejandría” (p. 129) Relato irónico de una visita a Delfos (centro neurálgico de la cultura griega) a pedir oráculo, pero los embajadores egipcios se marchan porque el “oráculo” en realidad se ha emitido en Roma…
- “En la costa de Italia” (p. 132) Relata, desde el punto de vista de un heleno ya romanizado la descarga del botín de Corinto, el final de la hegemonía helénica.
- “Herodes Ático” (p. 127) habla sobre los oradores helenos. Parece que es de las pocas veces que Cavafis nombra a la ciudad de Atenas.
- “A los combatientes de la liga Aquea” (p. 140) En Alejandría se siente la pérdida de los griegos frente a Roma como propia; y como dice el editor Bádenas, Cavafis hace el paralelismo con el momento histórico suyo en el que los turcos estaban pujando por quedarse con terreno griego.
Interesante también me parece el tratamiento irónico, a veces rozando lo humorístico, de algún tema en concreto, como ocurre en:
- “El rey Demetrio” (106) Divertida deserción de un rey, que huye como un actor, cambiando de traje.
- “En el 200 a. C.” (p. 117) presenta con ironía el hecho de que los espartanos (lacedemonios) no quisieran participar con otros estados helenos en la guerra, tal vez porque siempre querían ser ellos los jefes…
- “Soberano de Libia Occidental” (p. 105) Tono irónico de una visita de un gobernante que intenta disimular lo poco instruido que está en la cultura helénica. Por momentos provoca incluso una cierta ternura.
- En el poema “En una ciudad de Asia Menor” (p. 148) se refleja el cambiante destino de las continuas luchas de poder ajenas a la gente de a pie (en cierto modo indiferente, si no fuera por tener que padecerlo) a través de los comentarios sobre las inscripciones oficiales estereotipadas.
Por último, destaco los últimos días de la dinastía ptolemaica, un tema que incluye unos cuantos poemas. Y que, como vais a poder comprobar, están articulados entre ellos a pares:
- “Teodoto” (p. 141) Una voz habla a Julio César: el espanto de ver la cabeza de su rival (amigo en otros tiempos) el romano Pompeyo (se había refugiado en la corte del faraón y fue asesinado). Quien lo hizo pensaba agradar a César, pero la vista del horrible final del enemigo, le impide alegrarse. En el siguiente poema “Idus de marzo” (p. 142) también el yo poético habla a un Julio César a punto de morir porque no ha sabido parar a tiempo sus ambiciones, y sobre todo, porque no escucha los signos que le avisan de ello.
- “El dios abandona a Antonio” (p. 144) Magnífico poema que refleja el momento justo antes de que Marco Antonio se suicide al saberlo todo perdido, e incluso ver desde la ventana la pérdida del apoyo de Dionisos, su dios tutelar. El siguiente poema, “El fin de Antonio”, ya en el momento de su muerte, se exalta el honor de su figura como romano insigne.
- “Reyes alejandrinos” (150) y “Cesarión” (p. 152) expresan los últimos intentos, infructuosos los dos, de mantener la dinastía de los Ptolomeos en los hijos de Cleopatra y Marco Antonio; y en Cesarión, el hijo de Cleopatra y Julio César.
En la próxima entrega sabremos —lo prometo— el final de estas criaturas inocentes… (continuará)
Fabulosa lectura la de esta semana, disfrutadla al máximo.
Como despedida, de entre todos los poemas destaco estos dos:
“El rey Demetrio” (p. 106), porque tiene bastante humor respecto a lo que es el concepto del poder: puro disfraz, pura fachada. Y en este poema se muestra cómo Demetrio descarta llevar “el heroísmo” hasta el final y simple y llanamente cambia de chaqueta. Y hace mutis.
Y el segundo poema “Idus de marzo” (p. 142) me parece fabuloso, así de claro, y pienso que está a la altura de “Ítaca” en cuanto a profundidad y belleza:
Teme alma mía a la grandeza.
Y si no puedes vencer tus ambiciones,
con cautela y precaución secúndalas.
…
Un abrazo en poesía, querida Comunidad del Anillo,
seguimos navegando y ¡Feliz Lunes!
Estrella Ortiz