Un monstruo viene a verme: Cap. 27 al cap. 32.
Finalizamos la lectura compartida de esta lectura tan vibrante que nos ha estado acompañando durante todo el mes de mayo.
Las 5 etapas del duelo según la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross es una de las clasificaciones más populares y aceptadas sobre el tema. Vamos a aplicar estas etapas al relato.
FASE DE NEGACIÓN en CONOR Vemos la negación inicial de la enfermedad de su madre cuando Conor habla con su abuela y le dice que todo va bien, que no necesitan su ayuda. También en Lizzie, la madre, se observa esta negación de la evolución de su enfermedad.
FASE DE IRA en CONOR Esta fase se muestra en el ataque de ira al destrozar los muebles de casa de su abuela que se mezcla con los momentos de destrucción en el segundo cuento junto al monstruo.
FASE DE NEGOCIACIÓN en CONOR Observamos la negociación que mantiene Conor con el monstruo al pedirle constantemente que ayude a su madre a curarse
FASE DE DEPRESIÓN en CONOR Esta etapa de depresión y aislamiento podemos verla con la tercera historia, la de un chico silencioso, invisible, que no muestra sentimientos con nadie.
FASE DE ACEPTACIÓN en CONOR El cuarto cuento, el final de la película supone la aceptación de la muerte de su madre y la liberación del sufrimiento de Conor y del reconocimiento de su sentimiento de culpa.
Esta semana leeremos los últimos seis capítulos
Capítulo 27: “¿Qué sentido tienes tu?”. La abuela deja a Conor en su antigua casa, y él se enfrenta al tejo despertándolo de una patada. Conor monta en cólera, acusando al monstruo de mentirle también. El monstruo insiste en que «dijo que, si ella podía curarse, el tejo lo haría [...] Parece que no pudo». Conor no lo acepta y exige que el tejo sane a su madre. El monstruo explica que «no vino a curarla [...] vino a curar a Conor». Conor se da cuenta de que lo sabía desde el principio: su madre no podía ser ayudada y no sobreviviría a esta enfermedad. Le ruega al monstruo que lo ayude, y el monstruo recrea la pesadilla de Conor y le dice que es hora de contar la cuarta historia.
Capítulo 28: “La cuarta historia”. Conor protesta, pero la pesadilla ha comenzado. En la pesadilla, Conor observa a su madre parada al borde de un precipicio, y un monstruo enorme y horrible intenta tirarla por el borde. Conor "se lanza hacia ella, hacia sus manos extendidas mientras los puños oscuros la tiraban por el borde [...]. Conor lucha por aferrarse a las manos de su madre y el monstruo intenta apartarla de él y arrastrarla hacia el abismo negro. Su madre le ruega que la sujete, y Conor le ruega al monstruo que lo ayude. El monstruo solo dice: "Aquí está la verdad de Conor O'Malley” y no interviene ni intenta detener la pesadilla. Conor continúa aferrándose, pero su madre cae al abismo.
Capítulo 29: “El resto del cuarto cuento”. La pesadilla de Conor no termina, y él queda en el mundo de pesadillas con el monstruo. Él exige que el monstruo lo lleve de regreso a ver a su madre en el mundo real, pero el monstruo afirma que "La historia aún no se ha contado”, y Conor todavía debe decir la verdad sobre esta pesadilla. Dice que Conor "dejó ir [a su madre]", pero Conor insiste en que no dejó ir a su madre, ella se cayó. Él no pudo sujetarla. Pero el monstruo repite la acusación: "La dejaste ir". Conor le ruega al monstruo que lo saque de esta pesadilla, que no lo haga decirlo, pero después de mucha persuasión, Conor admite que dejó ir a su madre, porque "¡[Él] solo [quiere] que termine! ¡[Quiere] que se acabe! ". Sus palabras reavivan la pesadilla, y “la recibe con alivio, porque fue, al fin, el castigo que merecía”.
Capítulo 30: “Vida después de la muerte”. Conor despierta en la colina, libre de la pesadilla. Le pregunta al monstruo por qué la verdad no lo mató. Admite que «siempre supo que ella no lo lograría, casi desde el principio». El monstruo le asegura que Conor no es mala persona por desear el fin de su dolor. Explica que «los humanos son bestias complicadas» y menciona todas las historias que le ha contado a Conor.
Conor puede amar a su madre y no querer que se vaya, pero también desear el fin de su sufrimiento y el fin de su soledad. El monstruo dice que los pensamientos de Conor no importan, pero sus acciones sí. Anima a Conor a dormir un momento, porque está exhausto. Mientras se queda dormido, Conor pregunta por qué el monstruo siempre llega a las 12:07, pero se queda dormido antes de poder oír la respuesta.
Capítulo 31: “Algo en común”. Conor se despierta cuando la abuela grita su nombre. Presa del pánico, lo mete en el coche y dice que lleva "horas buscándolo". Corren al hospital y, mientras la abuela conduce, Conor intenta disculparse por su comportamiento. Ella lo despide con un gesto y dice que, aunque no son la pareja ideal, tendrán que encontrar la manera de que esto funcione. Señala que tienen una cosa importante en común: ambos quieren y se preocupan por la madre de Conor, y este proceso ha sido duro para ambos. Conor se da cuenta de que ha sido demasiado duro con la abuela y que ella ha sufrido tanto como él. Llegan al hospital y la abuela insiste en que tienen que darse prisa. Conor no pregunta por qué, porque ya lo sabe: su madre se está muriendo.
Capítulo 32: “La verdad”. En el hospital, la madre de Conor se encuentra en sus últimos momentos de vida: "Tenía los ojos cerrados y respiraba como si sintiera un peso en el pecho”. Su madre le tiende la mano y él la toma. Conor siente la voz y la presencia del monstruo con él, y el monstruo insiste en que "Todo lo que [Conor] tiene que hacer es decir la verdad”. Conor nota que se acercan las 12:07 y supone que ese será el momento en que su madre fallezca. Conor le dice la verdad a su madre: "No quiero que te vayas", y su madre le dice que lo sabe. Conor decide pasar los últimos momentos de la vida de su madre aferrándose a ella y siendo honesto con sus sentimientos. Ahora sabe que debe aferrarse a su madre y, en el proceso, dejarla ir.
Análisis de los capítulos 27-32
Los capítulos finales de "Un Monstruo viene a verme" culminan rápidamente con la gran revelación de la pesadilla de Conor y el oscuro secreto que ha albergado a lo largo de la novela. No solo ha estado soñando con la muerte de su madre, sino que cada vez que la pesadilla llega, la deja ir. Su pesadilla es la mayor fuente de vergüenza de Conor, y el cambio de tono del monstruo, de duro y abrasivo a tierno y comprensivo, demuestra lo que siempre vino a hacer: ayudar a Conor a superar la vergüenza que ha dificultado tanto su proceso de duelo. El monstruo vino a sanar a Conor, asegurándole que no es una mala persona, sino un ser humano profundamente complejo que puede tener sentimientos encontrados sobre la inminente muerte de su madre. Por eso, el monstruo compartió sus historias para ayudar a Conor a comprender mejor sus propios sentimientos.
En las etapas finales del proceso de duelo de Conor, su depresión se hace evidente cuando acepta el castigo y prefiere morir antes que contar la verdad de su pesadilla. Pero con la ayuda del monstruo, Conor logra finalmente pasar a la etapa final del duelo: la aceptación. Siente alivio al decir su verdad, y la escena final con su madre en el hospital muestra la culminación de su ciclo de duelo. Conor ha lidiado con emociones difíciles, tóxicas y dañinas de las etapas iniciales, y ahora puede estar ahí para su madre y su abuela. Ness usa la idea de tomarse de la mano para abordar dos ideas muy diferentes: aferrarse a una persona o luchar por su supervivencia, y brindarle consuelo durante el proceso de morir. En la pesadilla, Conor asocia "dejar ir" a su madre con renunciar a ella, pero en las páginas finales de la novela, la "deja ir" al permitirle dejar de luchar por su propio bien. Conor no veía su comportamiento como egoísta cuando no quería que su madre muriera, pero ahora se da cuenta de que lo más desinteresado que puede hacer por ella es aceptar su muerte, permitirle dejar de luchar esta batalla perdida y asegurarse de que se sienta amada hasta el final.
Feliz semana de Lecturas
Un saludo
Alejandro López