La fiesta del Chivo, IV

Libro que estamos comentando
Mario Vargas Llosa

Hola a todas y todos, es un gusto leer este libro y leer vuestros comentarios (que con el paso de las semanas van siendo cada vez más, qué bien). Como os decía la pasada semana voy a condurar la lectura  para seguir disfrutando del libro una semana más, a ver si sois capaces de resistir el ritmo que os propongo o si no podéis aguantar y acabáis leyendo del tirón. Para esta semana os propongo la lectura de 90 páginas (en mi edición), del capítulo XI al XIV, ambos incluidos.

 

ESTA SEMANA

Creo que en el post de esta semana no voy a comentar mucho para no destripar cosas que van sucediendo. Al menos esa es mi intención, ya veremos en qué queda la cosa cuando acabe de escribirlo.

Empezamos la semana con la cena homenaje a los Gittleman, donde vemos al cogollito, a los principales, alrededor del dictador. En esta cena y en estas páginas vemos también cómo funciona todo alrededor de Trujillo, cómo todos los que le rodean viven con miedo, con temor a que un día les pase algo como lo que acaba de suceder a Cerebrito Cabral. Y por si esto no estuviera claro, en el capítulo XIII conocemos de primera mano la caída de Cabral y la incertidumbre, el desasosiego, la angustia. Parece un juego para Trujillo, sin embargo es una estrategia afilada para mantener a toda su gente en alerta continua, especialmente ante el temor de "contagio". En la cena hay más asuntos: la situación del país ahora que sus antiguos aliados le han dado la espalda; o el caso de Vázquez Rivera, que nos permite entender por qué Trujillo sufre los desmanes de su propia familia. Esta historia de Vázquez Rivera me parece verdaderamente esclarecedora, ¿qué pensáis vosotras, vosotros?

Por otro lado el capítulo XII, el dedicado a la trama para asesinar a Trujillo, tiene momentos muy interesantes (creo), como todo el recorrido del Turco hasta acabar implicado en la trama conspiradora y el papel que juega la Iglesia en ello. Aunque lo mejor es que, por fin, hay algo de movimiento en esa carretera. Pero no voy a decir nada.

En el capítulo XIII volvemos a la historia de Urania, en esta ocasión en casa de su tía cenando con ella y sus primas. El capítulo es bien jugoso: por un lado porque vamos conociendo la caída en desgracia de Agustín Cabral (esa endemoniada estrategia de Trujillo), es verdaderamente agobiante. Dan ganas de empatizar con él, la verdad. Pero es que por otro lado la tía le echa en cara a Urania por qué marchó así y por qué cortó toda relación con su padre y con el resto de su familia, con lo bueno que había sido con ella. La respuesta de Urania es sorprendente y, tal vez, nos esté dando alguna pista sobre el porqué de esa marcha. Así que por un lado podrías empatizar con Agustín Cabral pero por otro, por lo que parece, era un "hombre vil y malvado" (p. 278), según afirma su hija, ¡aunque nosotros no hemos percibido eso en ninguna línea hasta este momento!

El último capítulo de la semana, el XIV, en el que vemos a Trujillo despachando con Joaquín Balaguer, el presidente de la República (un hombre de paja). Es interesante ver la conversación y cómo se manejan los hilos y destinos de tanta gente. Y, atención, sale una referencia a la historia de Urania. Vuelve otra vez el tema de la Iglesia y de los dos obispos (y el nuncio, al que vimos en el capítulo XII con el Turco). Aunque creo que lo más destacable del capítulo es la parte en la que se habla del discurso que Balaguer dio en su entrada en la Academia de la Lengua cuando habló del cometido que el mismo Dios impuso a Trujillo. Es espeluznante. Y es verídico. La figura histórica de Balaguer es también interesante, como tantos otros en este libro.

Con estas notas os dejo, os leo en los comentarios.

Feliz semana, 

Pep Bruno