La fiesta del Chivo, III
Hola a todas y todos, seguimos con la lectura de este libro tan enganchoso. Para esta semana os propongo leer los tres siguientes capítulos: VIII al X, que en mi edición son unas ochenta páginas.
Al lío.
ESTA SEMANA
Espero que estéis disfrutando con la lectura. Yo estoy tratando de condurarla para disfrutar hasta de los detalles más pequeños. Pero me estoy dando cuenta de que cada uno de los tres hilos argumentales me pone en un lugar distinto como lector, os cuento a ver si a vosotras, a vosotros, os pasa igual.
En principio la historia de Urania me parecía la menos interesante, sin embargo me está pasando ahora que cada vez me tiene más enganchado. Es una trama que nos aporta una mirada desde fuera: desde fuera del país y desde fuera del tiempo en el que las cosas ocurrieron, una mirada desde la distancia pero que, según avanza la lectura, va sumando matices, significados, detalles, a la trama central del libro. Reconocemos personajes y situaciones que engarzan con otros personajes y situaciones de las otras dos tramas, pero lo que va tomando cada vez una importancia mayor es el propio personaje de Urania y ese misterio que lo envuelve: ¿por qué esa escapada tan súbita? Ese misterio (que en algunos detalles puede intuirse) se ve reforzado no sólo por el "diálogo" con el padre, sino con la aparición de la prima y la conversación con ella. Esa prima se convierte en un espejo de lo que no es y podría haber sido, pero también en una nueva mirada que suma interés al misterio y al personaje de Urania.
Por otro lado el hilo argumental de Trujillo que, mientras que la historia de Urania está contada 35 años después, parece ocupar todo un día del dictador. Un día con su rutina por la que desfilan personajes en reuniones variadas, pero también en el que conocemos la manera de ser y de pensar del dictador, sus decisiones, sus preocupaciones (la familia, el gobierno, la incontinencia urinaria...). Parece que ese día se va estirando y es como si no terminara de avanzar, sin embargo van pasando cosas, vamos conociendo no sólo el presente de ese día sino otros recuerdos y otros momentos evocados, pensados o comentados. Igual que ocurre con la trama de Urania y con la trama del tercer hilo argumental, la narración se ensancha en todas direcciones: no se trata solo de la sucesión de acciones del día en un avance lineal, sino de ese espesor narrativo que se va articulando a base de recuerdos, historias, conversaciones, reflexiones.
En este segundo hilo argumental conocemos muchos de los protagonistas históricos, reales, fundamentales para el sostenimiento de la dictadura.
Por último, la tercera trama, la más coral, en la que el tiempo narrativo, al menos hasta ahora, parece estar detenido en una hora, hora y media, en una cuneta oscura de una carretera, a la espera del Chivo para emboscarlo y acabar con él. No sabemos si este tiempo detenido forma parte del mismo tiempo de la trama de Trujillo, como si fuera apenas un trozo de un día decisivo en la historia de ese país. Esta trama, sin embargo, al ser la más coral, al tener tantos personajes y tantos nudos, se dispara hacia atrás, hacia los lados, hacia adelante, se ensancha y enraíza por toda la isla, a lo largo y a lo alto, llegando hasta el gobierno mismo del dictador. Cada personaje tiene su historia, sus historias, y sus preocupaciones y motivos.
Por eso os decía que cada hilo argumental me pone en una posición distinta como lector: a veces soy un lector en la intimidad de un cuarto donde voy conociendo a Urania y su dolor; otras veces soy un lector casi de historia enredado en el cruel gobierno de una dictadura; y otras veces soy el lector de muchas historias que se anudan y se desanudan en un hilo común.
¿Os pasa a vosotras, a vosotros, esto también?
Y mientras tanto la novela va avanzando a grandes zancadas y uno no puede dejar de seguir leyendo.
Os leo en los comentarios,
saludos cordiales,
Pep Bruno