La cabaña del tío Tom, VI
Hola a todas y todos, aquí seguimos enredados en esta historia que resultó determinante para el destino de un país. Esta semana os propongo leer los capítulos XXIII-XXVIII, algo más de sesenta páginas en mi edición (pp. 458-524). Es una lectura algo más corta que otras semanas pero creo que tiene sentido. Me explico más abajo.
ESTA SEMANA
Las páginas de esta semana se centran en Eva, y no anticipo nada si os digo que van a tener un final trágico (ya se avisaba en la lectura de la semana pasada).
Personalmente creo que esta parte es fundamental pero, por otro lado, es quizás la que peor ha envejecido. Es decir, como hemos ido viendo a lo largo del libro la autora podría ser considerada perfectamente racista hoy en día, pues no deja de hablar de las diferencias entre razas, caracteres, maneras de ser... en fin. Sin embargo hay un argumento que atraviesa todo el libro, un argumento que fundamenta el resto de argumentos e ideas y reflexiones que no dejan de aparecer, y es el argumento de la religión cristiana: el buen cristiano no puede justificar ni consentir la esclavitud.
En estas páginas vemos a Eva convertirse en un modelo de buena cristiana y un ejemplo para el resto de blancos y para las personas esclavizadas. Vemos a Ophelia y a Agustine, pero vemos también a Mammy, a Tom, a Topsy... De alguna manera el nombre de Eva, con tanto peso en la Biblia, también permite ese juego de palabras: Eva de Evangelista, de evangelizar, de transformar con el ejemplo y la palabra a los demás.
La figura de Eva en estas páginas alcanza unas cotas, vamos, casi de santa. Recordad a aquella niña traviesa y curiosa del barco que viajaba por el río y ved ahora a esta muchacha que es casi una mística. O más bien una mártir, puesto que pareciera que ha de morir para que quede esa impronta en el resto de personajes.
Os decía que a mí esta parte se me hace algo más pesada: hay tanto buenismo, tanto momento lacrimoso, tanta fe (y ganas de evangelizar), que detiene algo la historia. Sin embargo creo que es un momento álgido en el libro, es la confirmación/reafirmación/constatación de la validez de un argumentario que, como os decía antes, atraviesa el libro desde la primera a la última página.
El grueso de estas páginas hablan de esto y acompañan a Eva en este camino. Partimos del contraste con su primo Henrique (y de Agustine con su hermano Alfred) hasta llegar a la luz que brilla al tiempo que se apaga.
En todo esto hay un personaje que no deja de resultar odioso, por cierto, se trata de Marie, su madre, el centro del universo (y la oscuridad). Y vemos al resto de personajes ir evolucionando acorde van sucediendo los hechos.
Por otro lado, habría sido terrible que el libro terminara súbitamente con el resto de blancos convencidos por el ejemplo y las palabras de Eva y haciéndose todos buenos y aboliendo la esclavitud. Afortunadamente el libro guarda una sorpresa, un giro inesperado en el último capítulo de esta semana. Para que luego digan que Juego de Tronos se inventó algo...
Pasad una buena semana,
os leo en los comentarios.
Saludos cordiales,
Pep Bruno